Alicante en blanco (fotografías)

Alicante, la tierra por donde me muevo, tiene una tasa de precipitaciones muy baja. Así que normalmente, somos muchos los alicantinos que se nos alegra el cuerpo cada vez que vemos llover, mucho más aún si lo que cae es nieve. Todavía más, para los que amamos el monte y sabemos lo beneficioso que es para nuestros bosques y montañas.

Durante los días comprendidos entre el 17 y el 22 de enero de 2017, sufrimos un temporal de frío, lluvia y nieve histórico en la provincia: las playas de Guardamar y Torrevieja nevadas (hacía cincuenta y pico y ciento y algo años respectivamente que no pasaba), nieve por toda la provincia (más de 2m de nieve acumulada en la cumbre de Aitana), autovías cortadas, temperaturas bajo cero, y lluvias muy fuertes y constantes en la marina alta y baixa (noreste de la provincia), donde se llegaron a recoger casi 600l/m2 en muchos lugares. La nota negativa: cursos de ríos desbordados (Segura, Algar, Jalón), inundaciones, casas en primera línea de playas destrozadas (como en Guardamar), corrimientos de tierras y desprendimientos (Puerto Tudons, Valle de Guadalest), huertas congeladas, etc…

No obstante, es una oportunidad impresionantemente rara y bella, para fotografiar algunos rincones de la provincia con un aspecto poco habitual (en muchos casos) y absolutamente extraordinario (en otros). Y de paso, aprovechar para sentir el frío de la forma más íntima y directa.