«El semáforo perfecto»: Un corto con la familia circense alicantina

Cada vez me considero más cercano al mundo del circo. Un circo sin animales, con acrobacias, malabares, espectáculos visuales, expresión corporal, clowns, humor, música…

La culpa de que cada vez me sienta más enamorado y enganchado a ese mundillo la tiene la familia circense alicantina, el festival Art en Bitrir, y sobre todo, la Asociación Donyet Ardyt y más aún la gente, uno a uno, que la conforma. Es algo así como un elemento aglutinador de cursos de formación, espacios para entrenar, compañías profesionales, actividades sociales, espectáculos, festivales, actividades infantiles, y más. Está formada por especialistas en casi cualquier disciplina circense y por gente dedicada a otras tareas menos «expuestas», con unas cuotas de implicación, buen rollo, buen humor y arte que abruman. En ningún otro sitio he visto tanta energía positiva en cada cosa que hacen, tantas caras sonrientes en cada sarao que montan, tantas ganas por hacer y tanto mimo por hacer bien.

Hoy, 16 de abril, se celebra el día internacional del circo, motivo por el cual, me invitaron a realizar con ellos (anteayer) la grabación de un corto, homenaje especial a esa pista circense tan dura como es «el semáforo» y reivindicando la mayor y mejor visibilidad del circo como pilar cultural en nuestra sociedad, siempre necesitada de buenos valores, humor, compañerismo, deporte, arte, dedicación y pasión. Este ha sido el resultado, tras una jornada maratoniana de grabación y montaje.

Gracias, gente… por contar conmigo y por dejarme sentiros cerca. Sois para mi, una bonita y eterna fuente de inspiración artística y vital.