Fotografía de lactancia materna, con Oli y Llum

Fue idea de Oli: que le hiciera unas fotos dando de mamar a Llum. Que había un concurso fotográfico organizado por el Grup Nodrissa (vinculado al Hospital de Denia) y que le apetecía, no sólo participar, sino colaborar con las reivindicaciones relacionadas con la lactancia materna. Y dije ¡SÍ!, claro, rápido, incondicional, porque además de que es un tema que me encanta, me conmueve, me inspira, la lactancia materna merece todavía más respeto y más protección: hay lugares en que está mal vista, hay quien opina que es algo sólo para la intimidad del hogar, no hay facilidades laborales para que las madres puedan compatibilizar el trabajo con la lactancia de sus hijos, y sobre todo, falta mucha educación y concienciación.

Para un bebé, tomar la leche de su madre es algo con una importancia tan grande, a nivel nutritivo, sanitario y afectivo, que debería protegerse en todos los ámbitos, como derecho imprescindible del bebé.

Por otro lado, soy de los que piensan que debemos caminar hacia la normalización absoluta del hecho de amamantar, y da igual donde sea, en casa o en público, en el trabajo, en el autobús, en un parque o en el centro comercial, convertirlo en algo tan cotidiano como precioso. Facilitar con leyes laborales flexibles en esto, concienciar a jefes y empleados, disponer de espacios adecuados en centros públicos, etc… y sobre todo, educar… y proteger, no sólo con leyes, sino socialmente, entre todos, a aquellas madres que sufren insultos, amenazas o acoso por dar el pecho en público.

Que una madre que le da pudor amamantar en público, tenga facilidades para hacerlo en privado, allá donde vaya. Que una madre que no le importe amamantar en público, pueda hacerlo sin miedo a actitudes desagradables de quien le rodea. Que ninguna madre tenga que dejar de dar el pecho a su bebé por ser incompatible con «trabajar».

Mi apoyo, siempre, a la lactancia materna.